Alegría e indignación

Estoy contento con el triunfo de la selección española (admito que soy uno de esos que no aposté un duro por ellos), pero no estoy nada contento con la algarabía que se montó cerca de mi hogar el domingo. Una cosa es celebrarlo y otra cosa es desfasar y no permitir dormir a uno.

A lo mejor me ha quedado un comentario un poco conservador pero es que la madrugada del domingo al lunes para los que intentamos descansar fue una auténtica pesadilla.

Saludos.

P.D. Estoy viejuno.

5 comentarios:

Liverani dijo...

Entonces su insomnio computará como penitencia por no haber apostado por los chicos. Debería revisar su pesimismo antropológico porque con ánimos como los suyos aún seguiríamos en la década ominosa. Y sí, es cierto, la vejez le acecha en cada esquina. Ándese con ojo.

Anónimo dijo...

Echaré de menos al sabio de hortaleza y sus rascadas de oreja en las ruedas de prensa, por no hablar de cuando le mantearon.


Ranger Rodrigo

Yago dijo...

Efectivamente, es un comentario digno de retirada de la placa de ranger... ¿Por qué no lo celebró vd. también por ahí?
Campeones!!!

Liverani dijo...

Actualice ya hombre, ahora que sus mañanas son áridas y anodinas cuéntemos algo de su pueblo, barrio, andanzas... no sé, algo. Ya baje el aire, que lo mandan desde el ministerio.

Yago dijo...

Lo que me hace gracia es que mi primera noche en mi pisito encima del San Mateo 6, al salir (de copas) me topé con unos chavales haciendo botellón en mi portal:
- No se preocupe, que luego recogemos todo
- Preocupaos de que no os pille el Manzano (palmada en las espalda y cara de guay).

4 meses después

Los dedos de un individuo ojeroso en la madrugada marcan desesperados un número de teléfono

- Policía!

(y actualice su blog, coño)